La gran prueba de fuego

En 24 horas se vuelve a parar el mundo. Vuelve el partido de fútbol por excelencia. Vuelve el enfrentamiento futbolístico que más desea ver la gente. Vuelve El Clásico. Vuelve el Real Madrid-Barcelona.

Normalmente, se suele decir que este partido es un duelo reñido e igualado, pero el Barcelona esta vez parte con viento favorable: se repusieron de la derrota en Supercopa al inicio de temporada, y están batiendo todos los récords históricos de La Liga con unos resultados estratosféricos tanto a nivel colectivo como a nivel individual, donde Leo Messi ya ha logrado 33 goles con casi todos los partidos de segunda vuelta por disputar. Salvo catástrofe, tienen el título de liga en el bolsillo, y eso les permite jugar el clásico sin la urgencia de ganar que tiene el Real Madrid tras una accidentada primera vuelta en Liga.

El Real Madrid, al contrario que el Barcelona, esta temporada está mostrando una gran irregularidad tanto en juego como en resultados, aunque desde que comenzó 2013 sólo conoce la victoria (y un empate que les supuso pasar de eliminatoria en Mestalla), probablemente el equipo merengue vaya al Clásico con el estado anímico más alto desde que comenzó la temporada liguera. Durante este mes de Enero, el Real Madrid ha dado destellos de juego de esa apisonadora que aplastaba con goleadas a todos sus rivales. El principal problema del Real Madrid en el próximo partido ante el Barcelona es la gran cantidad de bajas del equipo por diversas lesiones y sanciones: Casillas, Ramos, Pepe, Di María...

El gran duelo de la noche, así, será el de Cristiano Ronaldo, que ha empezado el año 2013 con unas cifras goleadoras pletóricas, y Messi, Balón de Oro, que en su último partido anotó un póquer de goles. Probablemente, otro duelo curioso será el de los porteros del Clásico, puesto que desaparecen Víctor Valdés e Iker Casillas para que Pinto, y Adán o Diego López, defiendan las respectivas porterías de sus equipos. Un duelo bajo palos que pocos o nadie se planteaba hace dos semanas.

El primer clásico del año se acerca, y sin duda, la eliminatoria completa condicionará el rendimiento y el estado anímico del vencedor y del vencido en lo que resta de temporada. ¡Qué comience ya el clásico!