domingo, 16 de noviembre de 2014

Federer alcanza la final de Maestros tras una dura batalla contra Wawrinka

El hambre de Federer sigue siendo voraz. A sus 33 años, y después de casi tres horas de sufrimiento contra un Wawrinka que luchó hasta el final, logró meterse de forma casi agónica en la final de la Copa de Maestros de Londres (4-6, 7-5 y 7-6 (6)). El rival a batir para hacerse con el trofeo será el serbio Djokovic, que venció sin muchos problemas a Nishikori (6-1, 3-6, 6-0).


Cuatro bolas de partido en contra. Federer tuvo que superarlas para seguir adelante en el torneo. Fue una fuerte muestra de la impasible mentalidad del veterano tenista suizo contra un compatriota que le lanzaba bolas como si de misiles se tratara. La potencia de Stanislas Wawrinka, su mejor recurso, especialmente cuando se trata de sacar, fue capaz de alcanzar la friolera 43 puntos ganadores durante el encuentro. Sin embargo, tal potencia desmesurada también obliga a fallar más, y sus 48 errores no forzados tuvieron bastante que ver con no meterse el partido en el bolsillo.

Federer, consciente de su ventaja técnica a pesar de la estampida rival, arriesgó tratando de llevar a Wawrinka a un intercambio de golpes donde recuperaría el terreno perdido. A punto estuvo de salirle mal: el partido se estaba alargando demasiado, y los fallos en pista de Wawrinka los solventaba con su intratable servicio. Es por ello que resultaba casi imposible vaticinar quién sería el vencedor.

Finalmente, el encuentro tuvo que decidirse por un tie-break en el último set. Stanislas Wawrinka desperdició ya tres puntos de partido hasta aquel momento, y volvería a desaprovechar una ocasión más para enviar a Federer a casa. Por el contrario, Roger, cuando tuvo su primera bola de partido, decidió que el encuentro terminaba ahí, a las dos horas y 47 minutos de partido. No fue fácil, pero ya se encuentra en la final.


Su rival en la final de la Copa de Maestros será Novak Djokovic, quien ostentará el número 1 del ránking ATP hasta final de año como mínimo. El suizo contará con la desventaja del desgaste físico que le ha producido el duro encuentro, pero podrá disfrutar de un público volcado totalmente a su favor tras el polémico gesto que Djokovic le dedicó a la grada en su semifinal, aplaudiendo con sarcasmo a los asistentes a la cancha por los abucheos que recibía. En la final se verá si el apoyo de la grada compensa psicológicamente al agotado Federer.

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